¿Cómo se elige el nombre de los autos?

Seleccionar el nombre que llevará un auto es como elegir el nombre de un hijo. Cuando se trata de escoger un auto, existen compradores tan exigentes que lo ven como algo más que la simple elección de un vehículo para transportarse. Diseño, color, comodidad, tecnología… son factores que juegan un papel clave, sin embargo, el nombre del modelo es muchas veces aún más determinante en esa decisión final. 

 

Lo que las marcas de la industria automotriz buscan, es producir un vínculo emocional que se impregne en el inconsciente del público, generando un perfil concreto que refleje la personalidad del auto en relación con el mercado al que está pensado dirigirse, mismo que en algunas marcas varía de acuerdo al país donde se distribuirá el coche.   

 

 

En términos técnicos las posibilidades se reducen a una de tres opciones: Nombres descriptivos o palabra real, Nombres sugerentes o compuestos y Nombres abstractos o acuñados. En todos los casos deben ser únicos y cumplir con ciertos requisitos legales, razón por la cual no hay un solo coche, de diferente marca, con el mismo nombre en el mundo. 

 

En pocas palabras los nombres deben ser breves, distintivos y apropiados para poder convertirse en memorables y provocar que cuando la gente los escuche, de inmediato refiera en su subconsciente el modelo y la marca a la que pertenece.

 

Así como Toyota, Ford o Volkswagen optan por los nombres; algunas otras marcas, especialmente premium, prefieren los números y letras, como el caso de Audi, BMW o Mercedes-Benz. 

 

 

Mercedes denomina sus series desde la más pequeña: Clase A, hasta la más grande: Clase S. Los números siguientes, por ejemplo 200 o 450, antes hacían referencia al cilindraje del modelo, pero hoy en día se relacionan más con la potencia del mismo. 

 

Con BMW el concepto es un tanto similar. En su caso apuestan por una nomenclatura de tres números y una letra, donde el primero hace referencia al segmento y tamaño del modelo. Un BMW 520 i pertenece a la Serie 5 y la “i” indica que es un auto con motor de gasolina de inyección.  

 

En casos como Volkswagen optan por los nombres, reales o inventados. En el pasado, apostaron por el deporte (Golf, Polo, Derby…), por los vientos (Passat, Scirocco…).

 

Toyota por ejemplo prefiere los nombres de fantasía (Corolla, Yaris, Avensis…). En algunos países se cambió incluso el nombre de Corolla por Auris, esto con la intención de unificar conceptos por la terminación de sus nombres en “is”. 

 

El reto que se aproxima en años venideros es con los autos híbridos y eléctricos, donde las marcas deberán destacar lo ecológico e innovador de sus modelos. Palabras como Blue ya comienza a ser de las más utilizadas en este segmento: iBlue de Hyundai, BlueEfficiency de Mercedes, Bluemotion de VW o Blue Lion de Peugeot. O te transformas o dejas de crecer. Lerk, tu aliado en el placer. 

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