5 comportamientos tóxicos que pueden dañar tu relación

Al comienzo de una nueva relación, no es raro que las personas se comporten de la mejor manera y sean demasiado concienzudos sobre su manera de actuar. Es muy común que al principio ocultemos características que consideramos defectos, después de todo queremos dar una buena impresión. 

 

Sin embargo, a medida que pasa el tiempo, las personas tienden a volver a ser como realmente son. Se sienten más cómodos en la relación y comienzan a mostrarle a la gente su verdadera personalidad, sus malos hábitos y todo lo que ocultan. Es aquí cuando entran los comportamientos tóxicos, los cuales no son tan fáciles de identificar como quisiéramos (¿qué te digo? El amor nos ciega).

 

¿Quieres soluciones?

Comencemos por estar atentos para evitar dañar lo que podría ser una sana y placentera relación. Si no sabes cómo, aquí hay 5 banderitas rojas para tener en cuenta, ¿será que alguna está presente en tu relación?: 

 

 

Romantizar el drama

Si bien en las películas nos pintan el drama y el conflicto como factores esenciales para una relación exitosa y pasional, te tenemos noticias… esto para nada es romántico. Estamos muy malacostumbrados a identificar las peleas dramáticas y el conflicto como una conducta romántica. Aunque es normal tener peleas de vez en cuando, si estas forman parte de nuestra “rutina diaria” significa que hay mala comunicación y un pobre manejo de la conversación interpersonal. 

 

Normalizar los celos 

“Siente celos porque le importo” ¡No, señor! Los celos son una manifestación de nuestra propia inseguridad, no es una demostración de interés o afecto. Normalizar los celos dentro de nuestra relación es el primer paso a la catástrofe. A ver, somos humanos y en ocasiones sentimos celos, inseguridad e incertidumbre, pero esto se soluciona con una conversación adulta y un poco de paciencia.

 

Llevar la cuenta 

El amor que crece con el tiempo es generoso. Prospera porque ambos equilibran el dar con el cuidado personal. Están mucho más interesados ​​en descubrir cómo mejorar las cosas que en quién hizo qué mal y por qué. Llevar la cuenta del comportamiento del otro solo tiene como objetivo asegurarse que se “paguen errores pasados” repitiendo una y otra vez la misma discusión. Déjame decirte algo, no hay ganadores en este tipo de discusión. ¿Qué se puede hacer en estos casos? Aprender a soltar. 

 

 

Practicar la impuntualidad 

Muchas veces, no le damos importancia a este factor, pasándolo por alto de manera indiferente ¡Gran error! La agenda del otro es algo por considerar cuando estamos en una relación. A decir verdad, es imprescindible considerar los horarios de nuestra pareja cuando se trata de hacer planes. Salir tarde a una cita importante, o llegar después de la hora acordada, es una falta de respeto directa al tiempo de tu ser amado. Algo que con un reloj en mano fácilmente se resuelve. Repite conmigo “La anticipación es la clave”. 

 

Peleas en público 

No importa lo que pueda estar pasando en una relación, nunca está bien que ninguno de los dos se meta con el otro en público. Ya sea para señalar fallas, exponer secretos, atacar el comportamiento actual o tratar de involucrar a alguien externo para confirmar los errores del otro. Las conversaciones difíciles e incómodas se tienen en casa, en un ambiente privado donde puedan llegar a una conclusión de manera tranquila y respetuosa.

 

Conserva una relación saludable, estable y plena trabajando juntos y desarrollando comunicación efectiva. Vale la pena esforzarse por el amor verdadero, ¿no lo crees? El placer de escuchar consiste en hacerlo para entender, no para contestar. Lerk, tu aliado en el placer.

 

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