Los efectos del estrés al bajar de peso

Ya revisamos la alimentación, los hábitos de ejercicio, los problemas de salud y diferentes síndromes. Ahora es momento de darle prioridad a la mente y asegurarse que estamos en el lugar correcto para el proceso de bajar de peso. Conquista tu salud.

 

Comenzar un régimen exhaustivo por la disminución de peso puede ser una tarea extremadamente cansada, pero no solo para el cuerpo físico, sino que también para nuestra emocionalidad y estado mental

 

¿Sigues sin bajar de peso?


El estrés podría ser uno de los culpables, debido a que desempeña un papel en el aumento de peso. Quizás es momento de bajar los niveles  de estrés. Antes de elegir un enfoque de salud o pérdida de peso, es importante hacer una autoevaluación y hacerse algunas preguntas sobre el estado de ánimo. 

 

¿De dónde vienen los kilos de más?

Si bien la ansiedad, depresión y estado de estrés pueden hacer que pierdas el apetito al principio, el estrés crónico a largo plazo en realidad aumenta el hambre. 

 

La mayoría de personas comen en exceso cuando sienten mucha presión. Esto sucede gracias a la respuesta de supervivencia. Una vez que se alcanza un cierto nivel de estrés, el cuerpo hace lo que siente que necesita, en la mayoría de los casos eso significa comer en exceso. Esto pasa porque el cuerpo cree que ha usado calorías para lidiar con el estrés, aunque no lo haya hecho. 

 

¿Qué se te antoja?

Los niveles de cortisol “la hormona del estrés”, aumentan durante los momentos de tensión. Debido a que el aumento de los niveles de esta hormona también ayudan a aumentar los niveles de insulina, el azúcar en sangre desciende, incrementando el deseo por alimentos grasos y azucarados.

 

 

Entonces, en lugar de una ensalada o una rica pechuga de pollo, es más probable que busque galletas, pasteles y dulces. Esto lo conocemos popularmente como “comfort food” o comida reconfortante. En otras palabras, nos comemos nuestros sentimientos

 

¿Qué puedo hacer para resolverlo?

Forma un grupo de apoyo, sean familiares o amigos, siempre es bueno tener a alguien con quien hablar o apoyarse. Encuentra un nuevo pasatiempo, involúcrate en actividades recreativas o relajantes para distraerte, sea: leer, escuchar música, pintar, etc. 

 

Medita o prueba otros ejercicios de respiración consciente que pueden ayudarte a despejar la mente y frenar los impulsos de la comida reconfortante. ¿Qué es lo mejor que puedes hacer? Ponte físico ¡Sácalo todo! Suda, patea, nada, corre, muévete hasta que toda la ansiedad, nervio y estrés salga de tu sistema. 

 

 

Todos luchamos contra el estrés de vez en cuando. Depende de ti hacerte cargo de tu tensión lo mejor que puedas, buscar ayuda si es necesario y tener mucha paciencia. Resistir la tentación de comer en exceso es un gran comienzo. No olvides que cuidar de tu peso involucra mucho más que solo vigilar tu alimentación, queda en ti realizar los cambios necesarios. Nunca es tarde para cambiar. Lerk, tu aliado en el placer.

 

Conquista tu salud
#HablemosDeObesidad

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